Muestra
fotográfica de la obra “Vasija griega sensual” 2014.
La naturaleza humana es difícil de
definir, porque en ella desemboca una enorme variedad de sentimientos y/o
emociones, que cada individuo percibe de manera distinta. Sin embargo, un
sentimiento habitual y abstracto en todos los humanos, es el AMOR, que se
simboliza de dos formas: la parte espiritual y la sensual.
Las manifestaciones de la sensualidad
en la Grecia antigua, no solo las podemos conocer gracias al material
literario, sino también en las representaciones artísticas, dándoles formas
físicas, tales como en vasijas, jarrones, cuencos, ect.
Habría que meditar que para los
griegos estas decoraciones cerámicas y su elaboración, reflejaban más que un
simple significante sensual, que buena parte también era el reflejo de sus ideales
religiosos, pero también cargada de
fecundidad y bendición carnal.
De
ahí este hombre desnudo y erecto, ante una vasija griega de cuatro asas, que
representa la sensualidad de la mujer con el deseo del hombre al intentar alcanzar su interior. En ésta
obra he querido expresar el poder de la sensualidad ligado totalmente al AMOR,
ya sea abstracto o sensual.
Miranda
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